Eliminar la papada
Eliminar la papada
Sin lugar a dudas, la papada estropea mucho la imagen de uno, haciéndonos que nos veamos con más peso independientemente de nuestra complexión física, y haciéndonos aparentar más años de los que realmente tenemos.
La papada viene a ser una acumulación de grasa debajo de nuestra barbilla, extendiéndose hacia gran parte del cuello, a la que también podemos conocer como doble barbilla. Aunque puede darse por cambios hormonales en la treintena, lo más habitual se produce por problemas de sobrepeso y motivos genéticos, como pueden ser tiroides, malos hábitos alimenticios y la vida sedentaria.
Disimular la papada
Puede hacerse con maquillaje y una técnica especial para la flacidez del cuello como el contouring. Se trata de la aplicación de la base del maquillaje que usamos habitualmente, haciendo un contorno de la barbilla de tal modo que haya algo que contraste entre el doble mentón que se forma y el rostro.
Para ello se debe aplicar una gama de sombras más oscuras en la zona de la doble barbilla, y las más claras en el rostro para hacerlo resaltar.
La radiofrecuencia es un tratamiento idóneo debido a su doble acción con el que reducimos la grasa localizada en la papada por disminución del tamaño de las células grasas. Por otro, contrae la piel flácida por calentamiento subcutáneo, con lo que moldeamos el contorno del cuello, reduciendo arrugas y mejorando textura y apariencia de la piel. Con cada sesión veremos los avances de forma efectiva.
Por último, los hilos tensores un tratamiento revolucionario de la medicina estética. Se trata de unos hilos muy finos con los que podemos remodelar las zonas específicas a tratar y sobre todo, trabajar la flacidez de la papada. Se realiza en consulta médica y se aplican los hilos mediante pequeños pinchazos, con resultados visibles en tres meses y duración de año u año y medio.
Para más información ponte en contacto con nuestro centro.
La papada, un problema estético que se ceba con las mujeres
No distingue entre sexo ni edad y afea profundamente el aspecto de nuestro rostro. La papada o doble mentón es un problema estético que afecta a un buen porcentaje de mujeres. Esa grasa que se acumula en la parte inferior de la barbilla cuando nos iniciamos en la edad adulta es molesta y en ocasiones ni siquiera se debe a la existencia de sobrepeso.
Los primeros signos de la aparición de papada se dan a partir de los 30 años, debido a que aumenta la proporción de masa grasa en el cuerpo por el cambio hormonal. Pero no solo se deposita el exceso de grasa en la zona baja de la barbilla, sino que partes como el abdomen, flancos o las piernas también se convierten en zonas problemáticas de grasa localizada.
Causas de su aparición:
– Razones genéticas
– Desajustes hormonales
– Envejecimiento
– Obesidad
– Malos hábitos de vida como una alimentación descuidada, el tabaco o el sedentarismo.
Antes de someterse a cualquier tratamiento estético, conviene hacer un estudio hormonal personalizado para llegar al origen del problema. Ya que según el motivo y grado de aparición de papada requerirá diversos tratamientos. Si la causa principal es el sobrepeso, con una dieta adecuada se verán los resultados a corto y medio plazo.
Tipos de tratamientos estéticos:
- Ante razones hereditarias, uno de los métodos más satisfactorios es la microlipoaspiración. Por su parte, la lipoescultura con microcánulas ayuda de forma sencilla a eliminar acúmulos grasos que nada tienen que ver con el sobrepeso.
- Cuando el envejecimiento facial es la causa de falta de elasticidad y descolgamiento de la piel, no sólo basta con quitar la grasa extra, se debe quitar también el tejido sobrante y tensar de nuevo los músculos. La técnica usada para este fin es la cirugía conocida como lifting cervical.
- Existen números tratamientos mínimamente invasivos indicados para atajar el doble mentón. Se trata de la lipólisis, mesoterapia, el ultrasonido o la radiofrecuencia que en varias sesiones hacen visibles los resultados y son asequibles.
En Beyourself te ofrecemos una gama de tratamientos faciales que ganan la batalla a cualquier grasa localizada.
Jésica Equisoain
